Por Raimundo Gómez Navia
La presencia del creole entre la diversidad idiomática cubana fue festejado en la Casa de la Cultura de La Habana Vieja, en la capital de la mayor de las Antillas, por una nutrida representación de la comunidad haitiana residente en Cuba.

Cada 28 de octubre se celebra el Día Internacional del Creole, declarado como tal desde 1979 en las Islas Seychelles. En Cuba se comenzó a celebrar este día desde el 1996.
Rosita Jean, cantante descendiente de haitianos y primera persona que interpretó en creole ante la radio y la televisión cubanas, recibió especial homenaje en esta ocasión.

El creole, se oyó en la radio y en la televisión cubana por primera vez en la voz de “La Haitianita”, como fue bautizada esta cantante de números románticos surgida casi de la nada y hasta el estrellato en los primeros años de la década de 1950.
De manera temeraria, con apenas varias semanas llegadas a estos medios como aspirante a cantante, y ganadora de competiciones para tal fin, la descendiente de padre y madre haitianos hizo honor al lenguaje de sus ancestros.

Aquejada por algunas dolencias corporales decide jubilarse en la década de 1980 y, desde entonces vive de los recuerdos de lo que significó su voz, las letras de sus canciones románticas y de bolero, su interpretación en creole y su figura en el país.

La celebración del Día internacional del creole contó con un espectáculo presentado por un grupo de descendientes de haitianos, la muestra fotográfica sobre la vida de Rosita Jean, la audición de un disco con su voz, la narración de sus anédoctas y la interpretación por ella de varias canciones en creole.

En Haití, la fusión se produjo con el francés. El éxodo por la revolución haitiana en el periodo de 1791 a 1804, y posterior inmigración por motivos económicos, introdujo el creole en Cuba como una forma alternativa de comunicación.

durante el desarrollo de la Guerra de Independencia.
Se le conoció como patuá, término despectivo adicional de discriminación hacia sus hablantes.
En Cuba llegó a convertirse en la segunda lengua más hablada, debido al alto número de inmigrantes haitianos y sus descendientes en el país. Cada vez más los cubanos fueron accediendo a este lenguaje para su intercomunicación con los haitianos, y llegaban a hablarlo, entenderlo con dificultad o a estar de alguna manera familiarizados con algunos vocablos.

Está muy difundido en las provincias orientales, aunque también se habla en Camaguey y Ciego de Avila, y en menor medida en Ciudad de la Habana y demàs provincias, según la presencia de haitianos y sus descendientes.