martes, septiembre 23, 2008

VOLVEREMOS A DECIRNOS ADIÓS...TITINA

LATINAMERICALANDYA
http://latinamericalandya.blogspot.com/2008/09/volveremos-decirnos-adistitina.html
22-9-2008

Por Julio Mitjans desde la Habana

Luego de dos huracanes, cuando los rayos de la solidaridad iluminaban nuestras vidas, y nos disponíamos a sonreír otra vez, en las Tunas moría la reina del Gagá, Silvia Hilmo Sandi, reconocida como Mambó Mayor, la jerarquía más alta de la religión Vodú en Cuba, pero aún no he dicho todo, aún no me atrevo a escribir Titina.

A veces uno dice nombres y evoca, sueños, luchas, alegrías, tristezas, vidas que soportan la fe y la memoria de una familia de una comunidad o de un país, eso es Titina, en ella palpitaban esencias que el dieron a nuestra nación un rostro, un aire, un ademán irrepetible. Allí desde la Cuba profunda en el batey del central azucarero, esta mujer no dejó en el olvido las tradiciones de sus ancestros.

El Vodú, sus conjuros mágicos sirvieron para reunir a su alrededor al pueblo, que siempre busca un amparo espiritual, que en el devenir de Titina fue algo más que un sistema mágico religioso, no quisiera hablar de legado, pues cada uno de nosotros vive en la obra que ha hecho, y Petit Dance ha sido el camino que Titina labró para todos nosotros a golpes de tambor, cantos, y pasos de baile, pudiéramos hablar de una sabiduría que nos hace más plenos, que nos devuelve lo que somos entre el polvo del batey y la plantación de caña.

Por ello los Ioa del Vodú reciben hoy 17 de septiembre una claridad mayor, seguros de que Volveremos a decirnos adiós, …Titina
SEMILLA DE HERENCIA DE LA CULTURA FRANCO HAITIANA EN CUBA

VISION TUNERA
http://www.visiontunera.icrt.cu/
19 de septiembre de 2008
Por Anybis Labarta García

A la edad de 82 años falleció en la oriental provincia de Las Tunas Silvia Hilmo Sandi, Titina, la directora del más emblemático grupo portador de la cultura francohaitiana en la región, llamado Petit Dancé. El pueblo acompañó en procesión a la patriarca del grupo hasta su última morada, el cementerio Vicente García, de la capital tunera.

Titina fue merecedora en vida de disímiles premios por su labor incansable en el rescate de expresiones como la música y la danza propias del patrimonio cultural francohaitiano, que forman parte de la identidad cubana desde hace muchos años, como fruto de la emigración haitiana a Cuba en la primera mitad del siglo XX.

Entre los lauros ganados por Titina figuran el Memoria Viva, que otorga el centro cultural Juan Marinello; el Premio Nacional de Cultura Comunitaria y el Internacional del Caribe, entregado a Titina en la Fiesta del Fuego por Abel Prieto Jiménez, ministro de Cultura.

Según Orlando Vergés, director de la Casa del Caribe, institución de Santiago de Cuba, Titina es una semilla de herencia de la cultura francohaitiana en todo el país por el trabajo tan profundo y serio de defensa de este patrimonio en varias generaciones y con ella se va gran parte de la información relacionada con ese legado a nuestra identidad.

Desde 1977 Titina, hija de haitianos emigrantes, formó el grupo Petit Dancé y en cuatro décadas sembró el amor a su cultura en sus descendientes. Un amor que se traduce en el compromiso de hijos, nietos y biznietos de preservar lo trasmitido por ella.

En la despedida del duelo el historiador de la ciudad de Las Tunas, Victor Marrero, enfatizó que Titina permenecerá por siempre en la memoria popular como ese ser que se entrego en cuerpo y alma al rescate de la autenticidad cultural.

lunes, septiembre 15, 2008


COMUNIDAD DE HAITIANOS Y SUS DESCENDIENTES EN CUBA AGRADECE EL MENSAJE DE RENE GONZALEZ SEHWERERT

Uno de los cinco cubanos antiterroristas presos injustamente en los Estados Unidos, hace exactamente diez años, (http://www.juventudrebelde.cu/cinco-heroes/) dirigió al pueblo cubano una misiva ante los estragos sufridos en Cuba tras el paso de la Tormenta Tropical Fay, primero, y de los huracanes Gustav e Ike, (http://www.cubanews.ain.cu/2008/acn_gallery_ike.htm) después, expresando el sentir suyo y de sus compatriotas prisioneros.

La comunidad de haitianos y sus descendientes en el país, inmersa en las tareas de recuperación al igual que el resto del país, agradece este emotivo gesto de René González Sehwerert, a la vez que le hace llegar su sentimiento solidario ante la monstruosa arbritariedad que se comete contra él y el resto de los cinco cubanos presos en los Estados Unidos de Norteamérica.

A continuación, reproducimos el mensaje enviado por René al pueblo cubano:

Ustedes curarán esas descomunales cicatrices

13 de septiembre de 2008 01:48:58 GMT

3 de septiembre de 2008.
«Año 50 de la Revolución».

Hermanas y hermanos de la Isla y de Pinar:

Con el corazón apretado hemos ido accediendo paulatinamente a los detalles del desastre que asoló sus pueblos y hogares. Duele hondo ver destruido el resultado del trabajo de generaciones, y a la impotencia por la injuria personal de los últimos diez años se suma la de tener que vivir desde aquí el desgarrador drama que hoy sufren ustedes. Es duro poder enviarles solo palabras cuando daríamos cualquier cosa por estar físicamente allí ayudando, reconstruyendo, alentando, trabajando, luchando; los cinco junto a ustedes.

Los esperan todavía durísimos retos, que pondrán a prueba el espíritu solidario, la conciencia y la cohesión social sembradas en ustedes por la Revolución. Pasarán meses en los que algunos problemas persistirán, y habrán de enfrentar la tentación del individualismo y del desaliento, algo lejanos ya estos instantes del primer impulso. Solo un fuerte espíritu comunitario les permitirá vencer esta descomunal batalla.

Confío en la nobleza, en la voluntad y en el carácter colectivo de ustedes. Guardo en un rincón privilegiado de mis memorias a mis hermanos de misión internacionalista, a los dedicados profesores y trabajadores de la escuela de aviación, a los entusiastas y disciplinados paracaidistas pineros. Siempre fue un gozo volar sobre Pinar del Río o sobre la Isla, andar entre sus gentes y sentirme como en casa, o hasta enfrentar algún ciclón juntos. Confío en ese espíritu generoso y corajudo del que he sido excepcional testigo.

Ustedes curarán esas descomunales cicatrices, y la Isla y Pinar volverán a ser ese milagro de naturaleza geográfica y humana, tan digno de ser admirado desde un avión como de ser compartido con su gente.

En nombre de los cinco, quienes les hemos recibido tanto, llégueles un fuerte abrazo.

René González Sehwerert